Esta semana el turno fue de mi buen amigo Chelis, quien intentó pagar un tributo a su querido Fellini. Este ejercicio ha sido el más ambicioso que hemos emprendido, grabamos en varias locaciones, un par de días. Una historia que pasa por varios tiempos imaginarios, y que además tiene por protagonista a un crío. Tuve la fortuna de poder hacerle foto, ya que me dio la oportunidad de jugar con colores y texturas diferentes, aparte de que usamos -o intentamos- por vez primera lámparas chinas. Además pude atender la necesidad personal de hacer todo cámara en mano. Esas fueron las dos premisas fundamentales (de la foto), todo debía ser hecho cámara en mano, y todo todo debía hacerse en cámara, sin corregir "nada" en la post. Las complicaciones concretas creo que fueron la articulación de este tiempo onírico, que no fue del todo orgánica, el espectador pasa -aunque era lo que se buscaba- de forma abrupta a este cambio de registro, que termina siendo anárquico y no obedece a una lógica interna, que no sea la referencial a Fellini, pero por lo mismo, por su especificidad, es algo inaccesible. Tuvimos la complicación de la pregunta ¿cómo es un sueño, cómo funciona un sueño, qué tan disparatado puede ser?, que es una pregunta válida, sin embargo perdimos de vista el hecho básico de que DESDE LUEGO, NO ES UN SUEÑO, es una puesta en escena y en cámara, que obedece -o debería- a esos principios cinematográficos.
Otro punto importante fue la irrupción de "la realidad" en el rodaje, con la aparición de "El manotas y sus secuaces", decidimos grabarlo y añadirlo a esta lista de "posibilidades" imaginarias, pero con la conciencia de que sobra, de que incluso está más fuera de lugar que lo demás. ¿De qué forma se pueden asimilar los accidentes, las "realidades" en un rodaje? ¿de qué forma se pueden mezclar diferentes registros, es permisible -y si es así, cómo- pasar de la ficción al docu y viceversa?... De cualquier forma, este episodio terminó siendo un monumental patazo -cosa que obviamente sabíamos al incluirlo en el montaje, pero ya ven, nuestras necedades, jeje-.
De cualquier forma fue el ejercicio en el que más nos hemos "divertido", fue muy agradable, y creo que eso tampoco es "tan" malo.
Creo que lo que "resume" esto, es el largo e incómodo silencio Carloshuguiano, que se sucedió a la proyección, reventado por el: ¿De cuál fumaste Chelis?
PRIMER DÍA DE RODAJE:
Terminamos de grabar lo de la primera locación al rededor de la una y cuarto. La segunda locación era la casa de María Rosa, quien tenía un compromiso a las tres. Ibamos todos -apretujados- a bordo de su célebre Mercedes (Benz), apremiados por la prisa, atorados en el tráfico, pero al doblar en cúmulo de virgo, Rose, al comprobar que la calle estaba casi completamente despejada, sacó sus más puros instintos productores, y soltó el pie sobre el acelerador sin reparos. La calle no es pareja, empieza con cierta altura, tiene un pequeño vado en el medio y termina nuevamente con una subida. El coche literalmente "voló" unos instantes antes de terminar de caer a la hondanada, pero Rosa no se inmutó, aceleró más. A lo lejos, vimos el semáforo que conduce a la vía Atlixcayotl (una vía rápida y concurrida), que estaba cambiando a amarillo. Antes de llegar a la esquina se tornó rojo, pero sólo aceleramos más y dimos la vuelta aparatosamente, la inercia nos empezó a sacar del camino, pero Rosa logró mantener el control.
No todos los días se "vuela" o se está a punto de morir en un Mercedes, y menos por cumplir el plan de rodaje...
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