Encima del lodo el dolly es más mugroso

Empezamos "temprano". Adrián y yo nos vimos en el CETEC a la 9:00 porque teníamos que capturar lo del día anterior, que grabamos en HDV. Como es usual la gente encargada del video no nos hizo mucho caso, pero al fin lograramos que nos prestarán una isla de edición y una cámara para capturar, pero también como es usual, la configuración estaba toda mal, y tuvimos que aguardar a que nos pusieran bien las cosas. Al llegar a la locación, a eso de las 11:00 Juan José ya nos estaba esperando. Al poco rato llegaron los demás. Empezamos a preparar las tomas en lo que llegaba el actor. Gabriel nos ayudó con el arte, a esparcir hojas y colacar elementos. Hicimos un dolly -algo peligroso- que estaba elevado sobre la base de un monumento, pero que al final terminamos descartando porque el espacio era muy corto y el movimiento casi imperceptible. Lo hicimos con la handycam de Juanjo -aspect ratio 4:3-, porque ya no quisieron prestarle a Adrián la FX100. Para el segundo dolly, después de un par de tomas murió la batería de la cámara. Así que tuvimos que usar una cámara de fotos para el resto del ejercicio, pero que configuramos para que contribuyera un poco a crear está atmósfera extraña, imaginaria. María Rosa, Chelis, Gabriel y Juan José, hicieron de extras. El dolly final estuvo montado sobre un charco enlodado, por lo que era inestable y en uno de los desplazamientos casi caigo al agua. Igual terminamos tardísimo, y nos fuimos directo a clases. Después Adrián y yo estuvimos editando hasta eso de las 10:30 p.m.
Fue una buena experiencia y aprendimos que "por cada contra hay un pro", es decir, las ventajas que nos da la utilización de un dolly o un travelling, traen consigo sus respectivas complicaciones de tiempo, dinero y técnicas.
Ha sido el ejercicio más caro, trabajoso y tardado... y terminamos haciéndolo con una cámara de fotos...